Hoy quiero traeros un experimento con pan de molde que se ha realizado en una escuela de primaria para que los escolares vean la importancia de lavarse las manos antes de comer y con frecuencia.
Debido al coronavirus que ahora nos lleva a vivir días de mucha precaución e higiene, este experimento se vuelve mucho más importante por lo visual y didáctico. No sólo para los niños y niñas, sino para todos y todas.
Os cuento en qué consistió el experimento:
Pusieron cinco rebanadas de pan de molde en cinco bolsas separadas. Una rebanada no fue tocada en absoluto, otra fue tocada por niños con las manos sin lavar, otra por niños que se lavaron con agua y jabón, la cuarta fue tocada por niños que usaron desinfectante de manos y a la última la frotaron por el teclado del ordenador de la clase.
En algunas de las rebanadas se comenzó a formar moho en tan sólo un par de días. En las siguientes imágenes veréis los resultados del experimento.
- Rebanada fresca sin tocar
- Rebanada tocada con las manos sin lavar
- Rebanada tocada por manos que usaron desinfectante
- Rebanada tocada por manos lavadas con agua y jabón
- Rebanada frotada por el teclado del ordenador
Si una imagen vale más que mil palabras, estas cinco imágenes valen actualmente un potosí. Impactan bastante ¿a que sí? Podéis hacer el experimento en casa ahora que tenemos desinfectantes alcohólicos. A vuestros hijos e hijas les encantará hacer el seguimiento de su experimento científico e ir a ver cómo van las rebanadas cada día y recordad:
Para frenar contagios de virus y bacterias, ya sabéis “HAY QUE LAVARSE LAS MANOS CON AGUA Y JABÓN”, porque no tocar el pan no es la mejor opción cuando toca merendar. 😉